Un queloide es una cicatriz hipertrófica, fibrosa y benigna que se presenta por diferentes causas durante el proceso de cicatrización de una herida.
Esta herida puede ser causada por acne, una infección, una operación o una cortada que tenga que cerrar. Las complicaciones se presentan principalmente en las personas que tienen una tendencia hereditaria para formar cicatrices queloides.
Un queloide se inicia cuando la piel tratada o herida segrega, en exceso, sustancias que se llaman “factor de crecimiento”. Esto provoca el crecimiento tumoral de la cicatriz. En una persona normal, el tejido solo tapa la herida, sin excesos, pero el queloide indica que le tejido fibroso se produce en exceso. Entonces, comienza a levantar la piel para crear un tumor fibroso, duro, antiestético y muy doloroso cuando esta creciendo.
El Queloide debe diferenciarse de una cicatriz hipertrófica, que son menos gruesas y deformes. Estas suelen originarse, por ejemplo, cuando la herida fue por un rasguño de alambre, el paciente tuvo una reacción contra el hilo de la sutura de la herida o los bordes de la misma no se pegaron bien.
Los tratamientos:
Si la herida es reciente y el queloide esta en una de sus primeras etapas de formación, se le puede inyectar esteroides como la cortisona. Así, aunque el tumor no desaparece, se aplana.
Si la cicatriz es vieja, debido a su dureza ya no permite la entrada de aguja o de alguna sustancia; entonces se quita con cirugía y se aplica radioterapia para que ya no siga creciendo. La radiación consiste en una dosis muy limitada al área de la cicatriz.
No se debe resecar quirúrgicamente un queloide sin dar luego radiación local, ya que el mismo crecerá el doble de su tamaño.
La presoterapia con bandas de lycra y laminas de silicona en el área del queloides otro de los tratamientos coadyuvantes para los queloides. Actualmente uno de los tratamientos con éxito a nivel mundial es la colocación de ultrasonido percutaneo + vacumterapia en sesiones continuas.